La caída del pelo por quimioterapia supone un punto más de angustia para la paciente. La sensación de perder el cabello en las mujeres, a diferencia del hombre, puede llevar a una situación de depresión.
Las sociedades actuales van aceptando las consecuencias de los tratamientos, pero aún sigue sin haber equidad entre un hombre calvo o rapado y una mujer que por un tratamiento oncológico pierde el cabello. Aunque en ocasiones sea más la percepción de ella, para muchas mujeres dormir con la peluca es una forma de no generar ese impacto en la pareja y/o en una misma.
Ahora bien, ¿es aconsejable? Si estoy en tratamiento, ¿puedo dormir con la peluca oncológica?
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Dormir con peluca oncológica: sí o no
En este caso, la respuesta a si se puede dormir o no con una peluca oncológica viene determinada por los materiales de esta. Aunque se aconseja no dormir con ella, especialmente en aquellos casos en los que la piel se muestra más sensible, sobre todo al roce, si se opta por ello hay que tener en consideración varios elementos.
Si se trata de una peluca oncológica sintética hay que tener presente que este tipo de cabellos son muy vulnerables a la fricción que puede ocasionarse con la almohada. Si se opta por ello, a fin de cuidar al máximo la peluca se recomienda utilizar fundas de satén para la almohada e hidratar el pelo con mascarillas especiales.
En cualquier caso, se ha de evaluar si los materiales de los que está hecha la peluca oncológica dejan respirar la piel o son demasiado cerrados. Es importante que en estos casos se aproveche la noche para que la piel recupere, sobre todo si durante todo el día se prefiere permanecer con la peluca puesta.
¿Pero se puede dormir con peluca?
Si la peluca oncológica es de pelo natural, y además cuenta con materiales de primera calidad que ayudan a transpirar a la zona, si bien no es lo más aconsejable para la piel, siempre y cuando no suponga la aparición de rozaduras, se puede optar por dormir con la peluca si la paciente lo necesita a nivel psicológico.
Con todo, es muy importante que la paciente sea consciente de que puede tener consecuencias para la peluca, además de para su piel.
Debido a la confección de las pelucas oncológicas de pelo natural, es más que probable que la fricción y los estiramientos que genera el movimiento propio al dormir den de sí los elásticos y haga más difícil que asiente bien.
Además, aquí es más probable incluso que se dé una pérdida sustancial del cabello, como si se tratara del nuestro propio. Para evitar estas consecuencias, al igual que comentábamos con las pelucas oncológicas de pelo sintético, para dormir con ellas lo ideal sería que en la cama tuviéramos una funda de almohada en satén. Esto reduce el riesgo de rozamiento y estiramiento de los cabellos y, en consecuencia, que se arranquen de la peluca.
Si optas por dormir con la peluca oncológica de pelo natural, se aconseja una serie de cuidados básicos que ayudan a alargar su ciclo de uso.
Así, en primer término, se debe desenredar y peinar bien el pelo de la peluca antes de ir a dormir. Para que no se reseque, se puede aplicar un tratamiento de mascarilla capilar a base de serum. La hidratación es básica ya que ayuda a contrarrestar el efecto del roce sobre las cutículas del cabello.
Para las pelucas oncológicas de pelo largo, siempre es mejor hacer una trenza, no apretada, pero firme, como si se tratara del cabello natural de una misma.
Eso sí, ante todo, jamás se debe ir a dormir con una peluca oncológica húmeda.
Otra solución para dormir (y sin peluca)
Dado que los riesgos de dormir con peluca oncológica siguen ahí, aún cuando se adopten las medidas explicadas, existe otra solución para aquellas mujeres para las que la sensación de la almohada sobre la piel de la cabeza desnuda inquieta y genera malestar: optar por un gorro oncológico para dormir. Estos están diseñados con materiales respetuosos con la piel y son fáciles de quitar y poner.
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