El crecimiento del cabello es un proceso lleno de factores que pueden influir en su ritmo y calidad.
Si estás pasando por una etapa de caída debido a la alopecia o a tratamientos como la quimioterapia, es normal preguntarte qué puedes hacer para favorecer su crecimiento.
La buena noticia es que hay muchas cosas que pueden ayudar, desde la alimentación hasta los hábitos diarios.
En este artículo, te contamos los principales factores que influyen en el crecimiento del pelo y cómo puedes cuidarlo mejor.
Table of Contents
Factores que influyen en el crecimiento del cabello
El crecimiento del cabello depende de factores internos, como la genética, las hormonas y la salud general, y externos, como la alimentación, el estilo de vida y los cuidados capilares.
Aunque no podemos cambiar todo, sí hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a que crezca más fuerte y saludable.
Entender cómo funciona te permitirá cuidar mejor tu pelo y darle lo que necesita.
Factores biológicos y genéticos
- Predisposición genética:
La genética juega un papel importante en la rapidez y densidad con la que crece el cabello.
Por ejemplo, si en tu familia hay antecedentes de pérdida de cabello, es posible que tengas una predisposición hereditaria.
Sin embargo, no todo depende de los genes: hay muchos otros factores que pueden favorecer el crecimiento y mejorar la salud del cabello.

Factores hormonales y de salud
- Hormonas femeninas para el crecimiento del cabello:
Las hormonas juegan un papel fundamental en la salud capilar, ya que regulan el ciclo de crecimiento del cabello.
A lo largo de la vida, es normal que los cambios hormonales afecten la densidad y calidad del pelo.
Los estrógenos, por ejemplo, ayudan a prolongar la fase de crecimiento del cabello, por lo que durante el embarazo muchas mujeres notan que su melena se ve más abundante y fuerte.
Sin embargo, después del parto o durante la menopausia, cuando los niveles de estrógenos disminuyen, es común experimentar una mayor caída capilar.
Por otro lado, las hormonas tiroideas también influyen en la salud del cabello.
Un desajuste en la tiroides, ya sea hipotiroidismo o hipertiroidismo, puede provocar caída capilar o que el cabello se vuelva más débil y quebradizo.
- Enfermedades y tratamientos médicos
Además de las hormonas, el estado de salud general también impacta directamente en el crecimiento del cabello.
Condiciones como la alopecia areata o enfermedades autoinmunes pueden provocar la caída capilar en distintas áreas del cuero cabelludo.
Asimismo, tratamientos como la quimioterapia afectan directamente los folículos pilosos, provocando una pérdida temporal del cabello.
- El estrés es otro factor clave
El estrés puede desencadenar el efluvio telógeno, una condición en la que una gran cantidad de cabellos entran en fase de reposo al mismo tiempo y luego se caen.
Para favorecer el crecimiento del cabello, es importante cuidar la salud en general.
Hábitos y estilo de vida
- Hábitos diarios
Nuestros hábitos diarios tienen un impacto directo en la salud y crecimiento del cabello.
Desde la alimentación hasta la gestión del estrés, pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia en la calidad y fuerza de nuestro pelo.
- La alimentación y su impacto en el cabello
Lo que comemos influye directamente en la salud capilar.
Una dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales, es clave para fortalecer el cabello y favorecer su crecimiento.
Especialmente en procesos de recuperación, como después de la quimioterapia, es fundamental incluir vitaminas para el pelo después de la quimio que ayuden a nutrir y revitalizar el cuero cabelludo.
Cuidados capilares y factores externos

- Cuidados capilares
El crecimiento y la salud del cabello no solo dependen de la genética o la alimentación, sino también de los cuidados diarios y del entorno en el que vivimos.
Desde los productos que usamos hasta la exposición al sol, cada detalle influye en la fortaleza y apariencia de nuestro pelo.
Productos adecuados
Los champús con ingredientes agresivos o los tratamientos químicos frecuentes pueden debilitar la fibra capilar y afectar el cuero cabelludo.
Lo ideal es optar por champús suaves, aceites naturales y tratamientos hidratantes que fortalezcan el pelo sin dañarlo.
- El calor también es un factor a tener en cuenta.
El uso frecuente de secadores, planchas o rizadores puede debilitar el cabello y volverlo más quebradizo.
Para minimizar el daño, es recomendable aplicar protectores térmicos y reducir la temperatura de estos dispositivos siempre que sea posible.
- Factores ambientales
El entorno en el que vivimos tiene un impacto directo en la salud de nuestro cabello.
De acuerdo con eurekalert.org, en 2019 se presentó un estudio presentado en el 28º Congreso de la EADV en Madrid, realizado por el Centro de Investigación de Ciencias Futuras de la República de Corea, mostró que la exposición a contaminantes comunes en el aire, como las partículas PM10 y el polvo diésel, está vinculada con la caída del cabello.
Entre otros factores que afectan el crecimiento del cabello están, el sol, el agua dura y los cambios de temperatura pueden afectar la salud de nuestro cabello.
Por eso, usar protectores capilares, lavar el cabello regularmente, aplicar productos antioxidantes, y ajustar los productos según la estación son claves para mantener el cabello saludable y fuerte.
Conclusión
El crecimiento del cabello depende de múltiples factores, desde la genética y las hormonas hasta la alimentación y los cuidados diarios.
Existen varios factores que influyen en el crecimiento del cabello, y aunque no todo se puede controlar, adoptar hábitos saludables y proteger el cabello de agresiones externas puede favorecer su crecimiento y fortalecerlo.
Mantener una alimentación equilibrada para un pelo fuerte, reducir el estrés y tratar cualquier condición médica que pueda estar afectando el ciclo capilar ayudará a fortalecer el cabello y promover su crecimiento.