El cabello juega un papel clave en nuestra vida diaria, y a veces nos vemos rodeados de tantos mitos y verdades sobre el cabello y su cuidado que puede resultar difícil saber qué es lo mejor para él.
¿Es cierto que debemos lavarlo todos los días? ¿Realmente el calor lo daña tanto?
En este artículo, queremos ayudarte a despejar esas dudas y guiarte para que tomes decisiones más informadas sobre cómo cuidar tu melena.
Desmentiremos algunos de los mitos más comunes y te ofreceremos consejos claros y sencillos para que tu cabello luzca siempre saludable y radiante.
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10 mitos y verdades sobre el cuidado del cabello
Mito: Cortar el cabello con frecuencia o raparse acelera su crecimiento.
Verdad: El corte regular no afecta la velocidad de crecimiento del cabello.
El crecimiento del cabello depende de factores genéticos, hormonales y nutricionales, no de lo que ocurre en las puntas.
Aunque cortar las puntas dañadas mejora su apariencia, el cabello sigue creciendo a un ritmo promedio de 1 cm al mes.
Es cierto que los cortes regulares son importantes para mantener el cabello saludable, ya que previenen que las puntas abiertas causen más daño y que el cabello se vea más fino o débil.
Además, ayudan a mantener la forma del peinado. Pero, recuerda, para que tu cabello crezca fuerte y saludable, lo más importante es cuidar de tu salud interna, como llevar una buena dieta y manejar el estrés.
Mito: Lavar el pelo diario daña tu pelo
Verdad: La realidad es que la frecuencia con la que lavamos el cabello depende de cómo sea nuestro cabello y de nuestras rutinas diarias.
No es cierto que lavar el cabello todos los días lo vaya a dañar, siempre y cuando uses los productos adecuados.
Por ejemplo, si tienes el cabello graso o haces ejercicio a menudo, un lavado diario puede ser necesario para mantener el cuero cabelludo limpio y libre de grasa.
Lo clave es elegir productos que no sean demasiado agresivos, como champús suaves o sin sulfatos, para evitar resecar el cuero cabelludo.
Si tienes el cabello seco o rizado, tal vez necesites lavarlo solo dos o tres veces por semana, porque estos tipos de cabello suelen retener más la humedad.
Y no te olvides de usar un buen acondicionador para mantener tu melena suave y cuidada, ¡incluso si lo lavas todos los días!
Mito: El sol daña el cabello solo en verano.
Verdad: El sol puede dañar tu cabello en cualquier época del año, no solo durante el verano.
Aunque solemos asociar los daños del sol con los días calurosos, la realidad es que la exposición a los rayos UV puede afectar tu melena en cualquier estación, especialmente si pasas mucho tiempo al aire libre. Los rayos UV pueden hacer que el cabello se vuelve más seco, quebradizo y perder su color, dejándolo opaco y sin vida.
No importa si es invierno, primavera u otoño, tu cabello también puede sufrir el impacto del sol, aunque no lo sientas tan intensamente como en el verano.
Si vives en una zona soleada o pasas tiempo al aire libre, es importante proteger tu melena todo el año. ¿Una forma fácil de hacerlo? Usar protectores solares capilares.
Hoy en día, existen productos como aceites, sprays o cremas con protección UV, que ayudan a crear una barrera contra el daño solar.
Así que, ya sea verano o invierno, no subestimes el poder del sol. ¡Tu cabello merece estar protegido todo el año!
Mito: El calor de las herramientas capilares siempre daña el cabello.
Verdad: El calor puede afectar el cabello si no se utiliza correctamente, pero con el uso de productos protectores térmicos y herramientas a temperaturas moderadas, el daño se puede reducir considerablemente.
Es importante no abusar del calor y darle a tu melena tiempo para recuperarse, así como mantener una rutina de hidratación adecuada.
Mito: Cepillar el cabello constantemente lo hace más fuerte.
Verdad: Aunque cepillar el cabello puede ayudar a desenredarlo y distribuir los aceites naturales, hacerlo en exceso puede provocarle rotura y dañar la fibra capilar.
Lo ideal es cepillarlo con suavidad y solo cuando sea necesario, evitando tirones bruscos.
Un buen truco es usar un peine de dientes anchos o un cepillo con cerdas suaves para no maltratar el cabello.
Mito: Los tintes y el exceso de calor como el uso de planchas o secadores favorecen la alopecia.
Verdad: Aunque es cierto que el uso frecuente de herramientas térmicas como planchas, rizadores y secadores de alta temperatura puede dañar la fibra capilar externa, este daño no afecta al folículo piloso, que es donde realmente se produce el crecimiento del cabello.
Esto significa que, aunque tu melena pueda sufrir de puntas abiertas, resequedad o fragilidad debido al calor extremo, no causará una pérdida de cabello permanente.
Una vez que dejes de usar estos aparatos de manera intensiva, el cabello volverá a recobrar su apariencia y salud con el tiempo.
En cuanto a los tintes, su principal efecto negativo es sobre la fibra capilar, especialmente si se utilizan productos con amoniaco o se realizan decoloraciones agresivas.
Estos tratamientos pueden debilitar el cabello, haciéndolo más propenso a la rotura, pero no generan una caída excesiva ni favorecen la alopecia.
La principal preocupación con los tintes es la posible reacción alérgica en el cuero cabelludo, que puede causar irritación, picor o descamación. Sin embargo, este tipo de efectos secundarios no está relacionado con la pérdida de cabello.
Mito: Usar champú sin sulfatos siempre es mejor.
Verdad: Aunque los champús sin sulfatos han ganado popularidad y pueden ser una opción maravillosa para ciertos tipos de cabello, no son la solución universal que muchos creen.
La elección entre un champú con o sin sulfatos depende de tus necesidades específicas y las de tu cabello.
Los sulfatos son agentes limpiadores potentes que eliminan la grasa, la suciedad y los residuos de productos.
Si tienes el cabello graso o usas productos como geles o lacas, un champú con sulfatos puede ser ideal para mantener tu melena limpia y libre de acumulación. Por ejemplo, después de un día usando fijadores, los sulfatos te ayudarán a eliminar residuos con facilidad.
En cambio, si tu cabello está seco, teñido o dañado, los champús sin sulfatos son una opción más suave. Son perfectos si tu cuero cabelludo es sensible o si acabas de hacerte una decoloración, ya que limpian sin eliminar los aceites naturales que protegen el cabello.
La clave está en observar cómo reacciona tu pelo. Si notas sequedad o irritación con un champú con sulfatos, prueba uno sin sulfatos. Pero si tu cabello está sano y brillante, no necesitas cambiar solo porque esté de moda. Ajusta tu rutina a lo que realmente le funciona a tu melena.
Mito: El estrés hace que el cabello se caiga.
Verdad: Aunque no es la única causa, el estrés sí puede influir en la caída del cabello, pero de forma temporal.
Este fenómeno, conocido como efluvio telógeno, ocurre cuando el estrés interrumpe el ciclo natural del cabello, haciendo que más cabellos de lo normal entren en la fase de caída.
Sin embargo, no es el principal culpable; factores como la genética, las hormonas, y hasta la buena alimentación tienen un impacto mucho mayor en la salud capilar.
Por ejemplo, si estás atravesando un periodo de mucho estrés —como exámenes, problemas laborales o una pérdida emocional—, puedes notar que tu pelo se cae más de lo habitual.
Pero no te alarmes: esta caída suele ser reversible una vez que la situación mejora y tu cuerpo vuelve a equilibrarse.
Mito: dejar secar el cabello al aire es mejor que usar secador
Verdad: Depende de cómo lo hagas. Si usas el secador con aire muy caliente y tiras del cabello, puedes dañarlo. Pero si aplicas un protector térmico, bajas la temperatura y secas suavemente, tu melena estará a salvo.
Por otro lado, dejarlo secar al aire tampoco es perfecto si no tienes cuidado. No lo recojas mojado, porque está más frágil y se puede romper fácilmente. Y olvídate de dormir con el pelo húmedo; no solo afecta la cutícula, sino que también puede dañar el cuero cabelludo.
El truco está en cuidar cómo lo secas, ya sea con o sin secador.
Mito: Las pelucas causan caída del cabello.
Verdad: Las pelucas no provocan la caída del cabello directamente, pero usarlas de forma incorrecta puede contribuir a problemas como la alopecia por tracción.
Si la peluca está demasiado ajustada o se fija con adhesivos agresivos, puede ejercer presión en los folículos y debilitar el cabello natural.
Para evitar esto, elige pelucas que se ajusten adecuadamente a tu cabeza, materiales transpirables y evita el uso de adhesivo. Con los cuidados adecuados, puedes disfrutar de las pelucas sin comprometer la salud de tu cabello o cuero cabelludo.
Por ejemplo, en Instituto de Estética Oncológica, contamos con pelucas que no necesitan adhesivos, se ajustan perfectamente a la forma de tu cabeza, permanecen seguras durante todas tus actividades diarias y lucen tan naturales que nadie notará que las llevas.
Entender los mitos y verdades sobre el cabello es clave para cuidar tu melena de manera efectiva.
No todo lo que se dice es cierto, y muchas creencias populares pueden llevar a prácticas dañinas o innecesarias. Conocer las necesidades específicas de tu cabello, elegir productos adecuados y seguir rutinas saludables marcará la diferencia.
Recuerda, cada cabello es único, y lo más importante es encontrar lo que mejor funcione para ti.